La psicogenealogía busca desde “el inconsciente” respuestas a los conflictos que uno no logra encontrar y resolver para salir del distrés.
Distrés: Es un estado de angustia o sufrimiento en el cual una persona o animal es incapaz de adaptarse completamente a factores amenazantes o de demanda incrementada, en otras palabras, es la «inadecuada activación psicofisiológica que conduce al fracaso».
Para dar un ejemplo, podemos imaginarnos cómo en los orígenes de la humanidad, en el paleolítico, entre relámpagos y truenos, un grupo de Homo sapiens vieron caer un rayo a la tierra muy cerca de donde ellos estaban y un integrante del clan murió, debido a este suceso, ellos entrarán en un gran distrés.
Si el cerebro no encuentra una respuesta inmediata, habrá mucha actividad psíquica, surgirán nuevas conexiones neuronales para buscar una respuesta satisfactoria para salir del distrés:
La persona que sufre de distrés puede sufrir de enfermedad cerebrovascular y otras como la cardiopatía isquémica. También se ve comprometida la capacidad física, como por ejemplo, fatiga, dolores de cabeza, disminución del deseo sexual, mareos, calambres, diarrea, náuseas, sequedad en la boca, palpitaciones, apneas, temblores, estreñimiento, entre muchas otras. En lo psicológico podemos observar la falta de creatividad, comportamiento irracional, agresividad, inseguridad, falta de concentración, inflexibilidad, depresión, preocupación, impaciencia, entre otros.
El Homo sapiens, no logró tener las respuestas para poder comprender el evento y su cerebro encontró otra respuesta que lo sacó del distrés, y a esa respuesta le llamó Dios. Calificando a ese Dios como peligroso, el clan buscará respetar, adorar, venerar a ese Dios que castiga y dará ofrendas para calmarlo, y así el Homo sapiens saldrá de su distrés.
En la Maestría “Sanando tu Arbol Genealógico” con León Fu, no discutiremos sobre nuestras creencias, pero León Fu, a través de la Psicogenealogía, buscará respuestas cómo un estudiante llega a generar diferentes creencias como respuesta para salir del distrés, como el mejor mecanismo de supervivencia que le permita vivir sin biologizar.
La Biodecodificación Transgeneracional, no es una creencia, pues sólo nos habla de nuestra propia naturaleza humana, para entender nuestra biología y nuestra psiquis.
Y para comprenderla en profundidad, requiere viajar por la historia de la evolución de la especie humana, buscando los mecanismos que le permitieron evolucionar y sobrevivir.
Cualquier ser humano que desee prepararse para convertirse en un Terapeuta en Biodecodificación Transgeneracional, tendrá que adquirir conocimientos que hoy la ciencia nos ofrece, aprender de las neurociencias, comprender nuestra anatomía y fisiología, incorporar conocimientos sobre filosofía, antropología, sociología e historia.
No podremos dejar de incursionar en las religiones que la especie humana creó para lograr sobrevivir, ellas representan todas las respuestas que el cerebro no encontró por la falta de acceso al conocimiento.
Necesitamos muchos siglos para desarrollar tecnología, ejercitar nuestro cerebro para tener la creatividad suficiente que nos ayudará a seguir evolucionando.
León Fu nos dirá que estamos viviendo en un “Neolítico Tecnológico”. A la especie humana le faltará seguir evolucionando para lograr salir de ese gran distrés que permanece latente en su vida, pues todavía no hemos logrado ser lo suficientemente creativos para salir de las creencias, hoy enquistadas todavía en nosotros, que no nos permite fluir para encontrar las respuestas a nuestros conflictos.
Hoy sabemos, por primera vez, que tenemos el poder de destruir nuestra casa, nuestro planeta; este “Neolítico Tecnológico” solo busca respuestas de lo que me muestra “el paisaje” usando nuestro potencial para desarrollar tecnología, logrando así seguir sobreviviendo.
¿Qué significaría para León Fu salir de ese Neolítico Tecnológico?
Así como nuestro cerebro logró desarrollar tecnología y poder crear un Dios para salir del distrés, la especie humana hoy, deberá afrontar sus miedos más profundos para poder incursionar, introducirse y sumergirse en su mundo interior. Hoy, al haber adquirido el conocimiento de nuestra biología y de nuestra psiquis, logramos evolucionar solo para seguir sobreviviendo. León Fu se pregunta, cuándo el ser humano se atreverá a aprender a vivir.
Nuestra responsabilidad hoy como especie es ir en busca de nuestro ser esencial para poder comenzar a conocernos en profundidad, sin ninguna creencia que justifique nuestra naturaleza. Tenemos que aprender a aceptarnos tal como somos, sin ninguna moral que nos condicione, tenemos que aprender a liberarnos de todas las prisiones que hemos construido para lograr sobrevivir y que hoy sabemos que ya no son necesarias. Tenemos que atrevernos, por primera vez, a vernos tal como somos sin ninguna contaminación.
Para lograrlo, debemos incorporar las cuatro áreas de aprendizaje definidas por la UNESCO como el propósito de la educación integral:
- Aprender a aprender
- Aprender a ser
- Aprender a hacer
- Aprender a convivir